lunes, 15 de septiembre de 2014

Mente resignada y corazón sangrante

La mente humana es el arma más poderosa. Crea personas, destruye almas. Crea momentos, destruye sueños. Crear y destruir. Pareciera que es lo único que sabe hacer. -I really fucked it up this time, didn't I, my dear?- Te puede elevar al punto de volar con las estrellas, o vagar sin remedio en el pozo, ese que tanto frecuentas. Es la que define en el fuero interno qué está bien y que está mal. Pero los colores no son solo blancos y negros. Los acordes no tienen dos notas solamente. Hay grises. Hay triadas. Esos grises opacos, vacíos. Esos acordes menores que llevan al llanto. Esa falsa sensación de estabilidad, que se quiebra al más mínimo golpe, y hace a la mente trabajar, que es lo que más le gusta. 
Ama formular preguntas complejas, esas que uno no se puede responder. O las que dejan un sabor amargo, que avergüenzan la autocrítica y desnudan la esencia de uno mismo. La que da temor mostrar. 
También le gusta jugar con el tiempo, alternando constantemente. Los recuerdos y lo que vendrá, dejando poco espacio al hoy.
Es amiga y compañera, y a la vez enemiga y verdugo.
Y el corazón solo sangra, porque sea cual sea el motivo, es lo único que puede hacer...
    

No hay comentarios.:

Publicar un comentario